Son espíritus traviesos y obsesos, que se encuentran en desacuerdo ante la Ley Divina. Los mismos provocan los más variados disturbios morales y mentales en las personas, desde pequeñas confusiones, hasta las más duras y tristes obsesiones. Son espíritus que se complacen en la practica del mal, apenas por sentir placer o por venganza.
Son conocidos por lo umbandistas y kimbandistas como Kiumbas o quiumbas, estos viven en el bajo astral donde las vibraciones energéticas son densas.
El bajo astral esta formado por malos pensamientos y actitudes, de los espíritus encarnados y desencarnados. Sentimientos bajos, odio, rencor, rabia, venganza, sensualidad desenfrenada, vicios de todo tipo, los cuales alimentan estas vibraciones y que los exús se complacen con ellas y se sientan más fortalecidos. En el reina el caos, y posee diversas organizaciones, fuertemente esquematizadas y jerarquizadas. Planos bien elaborados: mentes prodigiosas, tácticas de guerra, ejércitos bien entrenados y precisiones quirúrgicas, los mismos componen el cuadro de estas organizaciones.
Muchas de ellas actúan con la plena certeza de que satisfacen los designios de la Ley Divina, confundiendo la Ley de Acción y Reacción como “ojo por ojo, diente por diente”. Se vengan pensando que están haciendo lo correcto. Algunos actúan en el mal, sabiendo que están en contra de la Ley Divina, pero mientras la venganza no se consuma, no abra tregua para sus “enemigos”. Creen que no plantan el mal, ni que la Reacción se volverá a la corta o a la larga en su contra. Cada mal practicado por un espíritu, mas abajo lo lleva del plano astral, caen tan bajo que pierden la conciencia humana, transformándose sus cuerpos astrales en bestias, animales y son usados por otros espíritus como tales.
Otros llegan a un punto de queda en el cual pierden sus características humanas,esto provoca no solo perdida de energias sino que también perdida de conciencia.
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