Forma parte de las religiones Afro-Brasileras, Umbanda, Candomblé, Quinbanda. Es el equilibrio necesario para que éstas puedan funcionar, desarrollarse y tener una razón de ser; así como en la religión católica existe el Diablo para representar el Mal, en estas religiones se toma el Exú. La diferencia es que en las religiones tradicionales el Diablo es el causante único de todo lo malo y negativo. En cambio el Exú es capaz de realizar el “mal” si se lo piden, y asimismo es gustoso de realizar el “bien”, a través de curaciones, sacar trabajos de Magia Negra, cortar embrujamientos. Y cuando a una persona se le saca una entidad negativa del Bajo Astral, como por ejemplo un Quiumba (entidad de tan baja vibración, que aún no ha encarnado en este planeta), Exú es el encargado de hacerse cargo de esa entidad, ejerciendo su misión de “Vigilante del Astral” (del Bajo Astral, como también del más elevado); la entidad es llevada al lugar donde le corresponde del Astral.
Es una entidad de Luz, pendiente de que las almas desencarnadas evolucionen. En algunos lugares lo llaman Ángel Negro ya que su graduación espiritual es paralela a la de los ángeles.
Así como los ángeles acompañan a Dios, y los Santos, Exú acompaña a Dios y a los Orixás. También protege a los hombres y les da la posibilidad de elevarse espiritualmente tentándolos con cosas negativas, representadas por vicios, sexualidad excesiva, robos,…, etc. En otras palabras pone en el camino de los hombres tentaciones y dificultades para que las rechace y así elevarse espiritualmente.